Platicando con una de mis mejores amigas me decía que el fin de semana pasado tenía que llevar su carro al taller y que habia pensado llamar al chico que la terminó hace un mes para que la acompañara, luego reflexionó y recordó que no necesitaba a nadie para acompañarla al taller, me sentí tan orgullosa de ella porque ser responsable de nuestras propias cosas es parte de hacerse adulta. No que suene feminista pero tenemos que dejar de pensar que llevar el taller al carro es cosa de hombres.

Todavía no se como cambiar una llanta porque ahora que vivo en Nueva York no tengo carro, me muevo en transportación pública, si se como cuidar del aceite y el agua porque cuando tome el curso para sacar mi licencia en México nos dieron clases sobre como cuidar nuestro coche. Eventualmente como planeo regresar a México y si todo sale bien tendré otro carro pues me dare a la tarea de aprender a como cambiar una llanta pero más que si cambiar una llanta, o llevar el carro al taller por nosotras mismas, o medir el aceite o el agua, la palabra clave en esta reflexión es “aprender”. Si bien no todas las personas tenemos las mismas habilidades, todas tenemos la habilidad para aprender, tal vez a algunos nos cuesta un poco más de trabajo que otras. Incluso personas con capacidades especiales son capaces de aprender y de dar cosas más fácilmente que otras. Tal vez me tome una pastilla de optimismo este día para escribir este artículo pero muchas veces pensamos que necesitamos a alguien o a algo para llevar alguna tarea, deseo  u actividad a cabo. Más bien lo que necesitamos es aprender a aprender. No hay edades para esto, por ejemplo, mi mamá a sus cincuenta y tantos años esta aprendiendo a como usar su Google Phone, estaba renuente a usar el Windows Phone hace unos años y luego se acostumbro tanto a usar el WhatsApp, el Facebook que mi papá estaba sorprendido. Ahora esta aprendiendo a usar el sistema operativo de Google y esta entusiasmada aprendiendo. Otro ejemplo que me conmovio mucho es dos adultos mayores de 65 años inmigrantes que terminaron su secundaria gracias al programa de Plazas Comunitarias del INEA en Nueva York, ¡Lo ven! No es nunca tarde para aprender algo, ¡lo que sea!

No estoy diciendo que no aceptemos ayuda, por el contrario, vamos a necesitar  mucha ayuda para aprender. Pero la voluntad de querer aprender viene de nuestro interior. Recuerdo alguna de mis ex-parejas diciéndome “No entiendes, tu no sabes, no vas a poder”. Me daba mucha tristeza y coraje escuchar eso porque era todo lo contrario a lo que mi mamá me había enseñado, ella constantemente  me recordaba: "Si no sabes algo tu pregunta", tal como un niño de 3 años, y en efecto, preguntar constantemente fue una de las cualidades que  alguno de mis jefes me reconoció, que en mas o menos en estas palabras me dijo - Martha, una de las cualidades que más admiro de ti es que si no sabes preguntas, que no te quedas con la duda, eso demuestra que tienes la capacidad de aprender-.

Si me he equivocado pero he aprendido y no le tengo miedo a equivocarme otra vez.  No permitas que nadie te diga que no puedes, es cuestión de aprender.

Y para rematar les comparto esta frase  de Albert Einstein “ El que no se ha equivocado es porque no ha intentado algo nuevo Anímate a hacer la diferencia.  Aprende algo nuevo. Da lo mejor de ti misma hoy y así todos los días.

 

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Comentario de Martha Cisneros el febrero 25, 2015 a las 10:45am

Karla, muchas gracias por comentar en mi artículo. Esa es la actitud, aprender, y acertadamente dices a mi me encanta que los hombres cocinen tarea que anteriormente consideraban solo "para mujeres" como bien dices, aunque de los mejores chefs que hay son hombres internacionalmente pero en este sentido si vamos en los mismos caminos!

Comentario de Karla de Lourdes Márquez Sandova el febrero 24, 2015 a las 6:44pm

Te leo y considero atinada la reflexión. Y en efecto yo misma fui ejemplo de que hay que aprender porque en los momentos mas inesperados suelen pasar que requieres ayuda, y no hay nadie a tu alrededor. Confieso que aún no se cambiar una llanta, pero si me he dado a la tarea de aprender lo básico en el funcionamiento de un automóvil y de muchas otras cosas más que podrían gestarse en el mundo masculino. Así como los hombres han aprendido actividades que antes se consideraban exclusivas de las mujeres, creo que vamos en los mismos caminos... lo importante es ir aprendiendo

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