¿Cómo me organizo con el trabajo en casa?

Seguramente ya pasamos la etapa: Qué felicidad trabajar en pijama o asistir a junta mientras desayuno. Descubrimos que sin un cronograma o pasamos todo el día trabajando sin dormir y malcomidos o viendo maratones de netflix, ahogados entre la pizza y el helado en nuestra cama. ¿Cómo encontrar el equilibrio?

Primero te mantuviste positivo con el ¿qué tanto puede durar? La economía se va a desplomar, no lo van a permitir y poco a poco la cuarentena se extendió a un tiempo indeterminado, peor que en cien años de soledad. Soy honesta, lo único que me mantiene cuerda es la frase de mi abuela “no hay mal que dure cien años, ni quien los aguante”.

Lo más difícil ha sido equilibrar el teletrabajo con la familia. Acostumbrada a dejar a los niños en la escuela y después acudir a trabajar, ahora la escuela, el trabajo y la familia comparten espacio y tiempo. Sigo creyendo que las escuelas deberían buscar una alternativa de planeación donde cada familia decida los tiempos de estudio, es decir, establezcan fechas límite y evaluaciones. Obligar a las familias a cubrir un horario frente a videollamada por cada infante es asumir que hay dispositivos por alumno, que el internet es estable, que todos los alumnos son autónomos y mayores de 9 años. Terminé el semestre pasando la escuela a la tarde, es decir, trabaja en la mañana y por la tarde avanzaba en los estudios de mis hijos. Me fui comiendo el tiempo libre, ese donde normalmente jugábamos o veíamos una peli, paséabamos al perro. Esto no me gustó, por algo los padres no somos los maestros. Si algo sale mal en el tiempo de estudio se complica la relación en el tiempo de juego u otra actividad porque somos las mismas personas, es difícil. Por otro lado, tuve que corregir varios temas y aunque lo hacía con el mayor cuidado, mis hijos comenzaron a desconfiar de sus maestras. Es complejo.

Así que fui organizando mi vida de forma distinta. Asumí que no iríamos por los dieces y que no todas las actividades escolares estarían entregadas en tiempo o no asistirían a todas las videollamadas. Organicé trabajo, escuela, espacio recreativo. El objetivo era no sacrificar nuestro tiempo como familia y disfrutar el encierro de la mejor manera, estableciendo tareas y tiempos para cada una.

Otro tema importante fue seleccionar el lugar desde donde trabajaría. Hacerlo en la recámara simplemente no funcionó para mí, no podía enfocarme. Lo intenté en la sala, en la cocina. Demasiados distractores, quería cocinar mientras escuchaba una junta o le ayudaba a los niños con la tarea. El multitasking es un mito para mí, tardaba más haciendo varias cosas a la vez que si me enfocaba en cada una, con un tiempo determinado. Finalmente puse una mesa frente a una ventana y ahí pude concentrarme. Cada quien debe encontrar su lugar en la casa y establecer reglas con los demás miembros sobre el tiempo de trabajo. Comprendo que teniendo hijos muy pequeños la rutina es otra, ya pasé por ahí y les declaro mi mayor admiración.

En resumen, el trabajo no debe invadirlo todo. Mantener rutinas saludables con horarios tampoco garantiza que no sintamos ansiedad, depresión, tristeza pero puede ayudar a enfocarnos. Tal vez lo primero es asumir que la vida es otra y ¿Cómo vamos a trabajar ahora? ¿Cómo seremos familia en esta nueva realidad espacio-temporal? Seguir esperando por el regreso considero que desgasta energía, nuestras soluciones deben ser para una nueva realidad.

Algunas ideas que me ayudaron a organizar el tiempo son las siguientes, da click aquí

Vistas: 92

Comentario

¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!

Únete a Mujeres Construyendo

Contacto

info@mujeresconstruyendo.com

Miembros

¡Sigamos conversando en nuestras redes sociales!

 



© 2024   Creada por Mujeres Construyendo.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Política de privacidad  |  Términos de servicio