Estas últimas semanas un tema muy recurrente ha sido la capacitación de las mujeres, me encantan los cursos para mujeres donde aseguran y prometen que van a lograr el empoderamiento de las participantes, ¿en serio?, yo llevo muchos años leyendo sobre feminismo y no me puedo considerar una empoderada. 

Hace unos días, en uno de estos cursos para mujeres las hicieron escribir frases motivadoras en cartulinas de colores, cabe destacar que las mujeres eran de diferentes edades por lo que los conocimientos académico y la adopción de estereotipos y prácticas socioculturales son diferentes, recurrimos a las emociones para captar la atención de las participantes y eso lo vendemos como empoderamiento.

La palabra empoderamiento fue empleada por vez primera en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing en 1995 para definir el “aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder”

Una definición que me gusta y que define a lo que hoy pedimos como empoderamiento es:

“nos referimos al proceso por el cual las mujeres, en un contexto en el que están en desventaja por las barreras estructurales de género, adquieren o refuerzan sus capacidades, estrategias y protagonismo, tanto en el plano individual como colectivo, para alcanzar una vida autónoma en la que puedan participar, en términos de igualdad, en el acceso a los recursos, al reconocimiento y a la toma de decisiones en toda las esferas de la vida personal y social.” ¿Qué significa el “empoderamiento” de las mujeres?

El empoderamiento debe apostar por presentar una mirada crítica sobre el género, del sistema y no reproducir las estructuras heteropatriarcales, socioculturales y sexo genéricas.

Luego están otros cursos que dicen algo así como: “mujer al despertar mírate en el espejo y vas a ver a un mujer bella, inteligente y ganadora, es eres tú y debes recordártelo todos los días”, ¿en serio?, el empoderamiento no es creerte algo todas las mañanas, no es pararte frente un espejo, verte bien y decirles que eres un ejemplo de empoderamiento.

Empoderarse no es vender un lápiz labial tono Empoderamiento 5, empoderarse, es una reconstrucción personal y colectiva, pero cada empoderamiento es diferente y único a la vez, empoderarse no es una acción de unas horas ni días, tampoco es decir ok de todo lo que está mal con las estructuras de poder, machismo, tampoco es decir esto sí y eso no, esto lo tolero y esto que siga igual, no, una vez que se usan los lentes morados todo se ve distinto y cada paso que das descubres que esa actividad tenía cierta carga machista.

No es fácil mirar y cambiar, esta normalizado y lo que tú vas a ir descubriendo, resignificando y transformando eso es tu empoderamiento. El empoderamiento femenino no se vende en una lata, ni en capsulas y mucho menos en cursos como si fuera fast food, “Empoderarse es entrar a lo que Drucilla Cornell llama esfera imaginaria, e imaginar que el mundo y una misma pueden ser de otra manera, que pueden ser diferentes y pensar, crear y recrear alternativas; empoderar es crear poderes no dominantes a través de la transformación de relaciones sociales; de la construcción de un nuevo paradigma” Empoderamiento de las mujeres

Debemos atrevernos y apropiarnos de nuestras decisiones, a no temerle a la libertad, voluntad y voz para decir “no quiero”, “yo quiero”, “sí puedo”.

Dejemos de comprar ese lápiz labial y apostemos por un trabajar por nuestro empoderamiento, hay días difíciles, en los que odiaras usar lentes morados, pero para eso existe la colectividad de mujeres que estamos dispuestas a apoyar. 

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