Este es el día de cocinar la vida

Habrá que aprender a cocinar la vida, a buscar a receta precisa y elegir los ingredientes necesarios, poner manos a la obra y esperar que la intuición no nos desampare.

Primero, como en todas las recetas, es preciso elegir el platillo y la ocasión, conocer nuestras cualidades culinarias y determinar el tiempo del que se dispone; en la vida, como en la cocina, es importante saber muy bien cual será el destino de cada uno de nuestros pasos.

Y es que siempre es necesario ser honestxs con nosotrxs mismxs, conocer el tiempo y las ganas disponibles y saber, con el corazón y la sartén por el mango, cuáles son nuestras habilidades, ya sea en la cocina o en la vida misma.

Una vez seleccionada la receta se debe considerar la cantidad y calidad de los ingredientes, elaborar una lista pormenorizada de lo necesario para poner manos a la obra, correr al mercado y elegir cada uno de los alimentos que tomarán vida al contacto con las manos.

Se debe tocar cada fruta, cada verdura, cada pedazo de carne, pollo, pescado o soya hasta encontrar la mejor, oler cada alimento, enamorarse desde el principio de cada uno de los ingredientes que danzarán en el perol incluso antes de tomar una forma determinada, igual que deberíamos hacer con cada uno de los capítulos de nuestra la vida.

Una vez en la cocina, es de vital importancia poner música, cada nota que entra en los oídos siempre es una invitación a la inspiración, al baile y al canto, que al final de cuentas son básicos para liberar a cada uno de nuestros demonios para así encontrar un poco de paz.

Luego, es necesario colocar los ingredientes y el recetario muy a la mano para de esta manera no perder el rumbo a la menor provocación; así, como muchas veces sucede con las buenas intenciones que nos decimos cada mañana frente al espejo y al paso de los minutos van desapareciendo.

Así pasa con la vida, en la que se pretexta necesitar una cosa u otra, se pierde la hoja de las instrucciones y luego se es incapaz de retomar el rumbo.

Reconocer que no siempre somos capaces de recordarlo todo y tener la humildad de consultar una guía asegura siempre que al final, el platillo de la vida, quede como uno quiere, porque se le imprime la misma fuerza a la preparación de un plato gourmet que a la de un sencillo arroz rojo, y siempre es bueno seguir los pasos que sean necesarios para lograr que cada uno de los minutos que estemos en el mundo sepan a chocolate.

Después de todo cocinar y tomar a la vida por los cuernos requiere de la misma fuerza de voluntad para enfrentarse a un montón de ingredientes, los cuales tienen que ser lavados, cortados, limpiados y preparados con el mismo amor que con el que nos echaron nuestros padres al mundo, para llevar a buen termino la vida que alguno de los muchos dioses nos prestó.

Colocar los alimentos en el perol y revolver de vez, en vez, esperar a que éstos se tomen su tiempo para quedar al dente y no desperar en el proceso, que cada uno de los ingredientes de la vida siempre tiene un ritmo y un tiempo propio.

Las especias son muy importantes, pimienta, canela, romero y albahaca rociadas siempre en su justa proporción para así darle un poco de alegría a la vida, para que adquiera notas vivas, para que no todo sepa a pan con lo mismo y siempre tenga una magia misteriosa de no saber cuál es la especia mágica que nos adorna los ojos cada mañana.

Al final la vida es como cocinar, y la forma que cada corazón tiene de preparar una misma receta tiene más variaciones que los cambios de ánimo de las personas, la idea es siempre tener clara la intención para cada día, para que tras los trasiegos cotidianos sea posible sentarse tan tranquilxs a degustar el plato de la vida.

Twitter: @Miss__Ovarios
http://mariangel-elovario.blogspot.mx/

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Comentario de Abuela, Abuela el abril 20, 2015 a las 9:36pm: Qué hermosa aleación has hecho!!!. Cuanto amor, cuidado, gusto hay que poner alos ingredientes del vivir y del comer!. Escribes precioso!.