Que es lo que una mujer más quiere? #Lunesdeblogsgv

Hoy amanecí con la clara idea de que quería escribir un blog para la campaña Global Voices, y entonces empecé a viajar entre que Diosedad habría en mis letras, que Diosa me acercaría a compartir la energía femenina, que me daría la posibilidad de ser una voz que llevará un mensaje signigicativo a alguien (no solo a una mujer) nunca me imaginé que encontraría la respuesta no en una Diosa sino un viaje en el tiempo y el encuentro con una bruja.

Quiero compartirles un relato muy especial de la vida del Rey Arturo, quien un día mientras estaba de cacería se separó de sus hombres y ahí en el bosque y entre una no muy cotidiana bruma espesa, se encontró con un caballero, de armadura negra, mucho más grande que él, para cuando Arturo se dio cuenta ya tenía la daga del caballero en su cuello, diciéndole que la corona ahora le pertenecía… Camelot tenía nuevo Rey, a menos que, él Arturo pudiera responder una sencilla pregunta, Arturo accedió a dar la respuesta, la pregunta era: ¿Qué es lo que una mujer más quiere? El caballero negro le dio 3 días para encontrar esa respuesta, si la respuesta era correcta, Arturo mantendría su reino si no, Camelot tenía nuevo Rey.


Esa tarde, se puso el tema en la mesa redonda, se invitó a que todo Camelot participara en encontrar esa respuesta, Guinevere, dijo: una reina quiere un buen rey, un esposo noble y un compañero como tú. Muchas fueron las opiniones, familia, sonrisas, riquezas, honestidad. Nada le parecía completo a Arturo, así que salió en busca de Merlín al bosque, sintiendo que el tiempo se acababa y perdería la corona. En medio del bosque, se detuvo al encontrarse con una visión horrible, una mujer anciana, horrible, cubierta de ropa sucia y raída, de mal olor y peor aspecto, dientes roídos, su nariz torcida, su piel ennegrecida, que camino hacia a él haciendo ruidos extraños, se dio cuenta que solo tenía un ojo!! Ella sonrió de extraña manera y le pidió que bajara, Arturo con todo y el temor que ella le infundía se acercó y ella le dijo saber la respuesta que el buscaba, y se la daría a cambio de que uno de sus caballeros la desposara. Arturo acepto el trato, ella le dio la respuesta, cabalgo hacia el castillo del caballero negro, respondió la pregunta con la respuesta indicada por la anciana y regreso a Camelot con ella, Arturo explico a los caballeros el trato y después de un silencio prolongado, donde ningún caballero de la corte daba el paso para desposar a la horripilante imagen que tenían frente a ellos, Sir Gawain, su sobrino, acepto la boda, a pesar de los comentarios de todos para que no lo hiciera, incluso Arturo estuvo tentado a renegar de su promesa para evitar que su sobrino terminara en esa situación, la boda se llevó a cabo, a no había vuelta atrás, no fue a boda más alegre del reino y esa noche ya en su habitación, sentados en la cama, Sir Gawain, la miro a la cara y se dio cuenta que era un ser humano que había pasado por mucho dolor y sintió compasión por ese ser, ella se acercó y lo beso, y en ese momento Sir Gawain se separó de ella para mirar a la hermosa mujer que estaba frente a él. La pregunta obligada fue saber quién era ella, que pasaba, ella le explico que no podría verse así siempre, que él tendría que elegir: Podía tenerla así hermosa en la noche y como una horrible bruja de día a quien los otros juzgarían o bien, bella así para los otros y como una bruja en las noches, ella le pregunto con claridad ¿Mi señor, que eliges? La respuesta de Sr Gawain fue: “Mi señora no puedo elegir, tú debes decidir”.

En ese momento ella le brindo la más hermosa y dulce sonrisa, tomo sus manos y le dijo: Gracias, has roto el hechizo al darme lo que una mujer desea más. ¿Qué es eso? Pregunto, consciente de que fue la misma respuesta que Arturo tuvo que dar para conservar su reino. “Su propia elección” “El más grande deseo de una mujer es ser soberana de sí misma”:

Cada caballero, cada Rey gana y conserva su reino, cuando reconoce la soberanía de ella misma, una mujer que es dueña y señora de su propio cuerpo y alma, sirve y atiende su derecho sagrado de tener relaciones respetuosas, donde su individualidad y belleza sea plenamente reconocida, se sirve a sí misma y se mantiene soberana de ella no de ningún otro ser. Pero lo más importante de esta historia, para mí, es que aquello que una mujer más desea, solo puede elegirlo o tomarlo, ella misma.

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