En estos tiempos, leer durante una presentación es un gran error. Captar al atención de tu audiencia y mandar un mensaje que impacte, que transforme la mente de otros es básico si quieres dejar huella. Las personas hacen juicios sobre otros por cómo los ven, cómo hablan y cómo se mueven durante una presentación.

Al mantener una conexión sólida con tu público, te garantiza que el mensaje que quieres transmitir sea entregado y deje huella para que otros se queden con esa idea en sus mentes al salir de la presentación. Leer impide crear esa conexión y te aleja cada vez más de las personas; puede provocar que tu actuación se haga muy monótona y cansada.

Adicionalmente, la gente liga tus habilidades para presentar con tu presencia ejecutiva y tu liderazgo. No lograr una buena presentación, puede hacer que otros juzguen tus capacidad y tu credibilidad como profesional. Es como una pequeña parte de un rompecabezas que sin esta pieza, no se completa la imagen final.

Esto le pasó el otro día a una persona que además es figura pública y que todos esperaban una actuación completamente diferente. Se paró detrás de un podio y utilizó un Ipad para leer toda su presentación. Al dejar de voltear a ver a la audiencia, los empezó a perder y su mensaje se debilitó. En realidad, muchas personas opinaron que no entendieron cuál era la verdadera intención de la exposición y que fue muy monótona. Además de esto, casi al final, empezó a perder el hilo de la lectura y se debilitó todavía más.  Cuando terminó sólo dijo gracias y se retiró. Su porte, su tono de voz siempre fue buena, y sin embargo, no fue suficiente para crear un impacto en la audiencia.

Yo en lo personal, solo recuerdo el inicio de su actuación, no puedo acordarme de qué trato el resto de la lectura. En este mundo lleno de información, preocupaciones y pendientes, cuando alguien presenta y no te engancha, permite que tus pensamientos floten hacia otras direcciones. Es por eso que lo más importante es lograr una conexión para dejar impacto y provocar una reacción.

Dentro de el Programa Elite Profesional, entre otras cosas, trabajamos con detenimiento con herramientas para presentar y causar un impacto. De los líderes de la organización y de la gente que lleva la batuta, se espera como parte de su presencia ejecutiva, que pueda transmitir un mensaje y le da tranquilidad a quién lo escucha. Es un complemento de su marca personal para consolidar y posicionarse a través su presencia ejecutiva.

Asumir que porque ya eres importante, que porque tienes ya un alto nivel en la organización o que porque tus conocimientos y habilidades para el negocio son suficientes para proyectar tu presencia ejecutiva y cómo otros te perciben, es un error. No dominar la habilidad para expresarte, manda una señal de inconsistencia en tu imagen profesional a los que te rodean. Analiza qué te hace falta para poder transmitir un mensaje a una o miles de personas y práctica estas herramientas hasta que como bien se dice, la práctica hace al maestro y lo domines. Claro, todo esto son siempre sugerencias que comparto para quién le interese proyectar una sólida presencia ejecutiva que soporte y mantenga su liderazgo.

Foto “[Photoxpress/ [Dusan Zidar]”

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. Acelerando el potencial de las personas. www.alemarroquin.comtwitter @a_marroquin

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