Este post está dedicado a #Porlasmujeres y #Porlasniñas, campaña a la que me sumo en marzo para promover su empoderamiento. Para saber más de la campaña, haz clic aquí. Para conocer a Mujeres Construyendo, comunidad de mujeres en internet, checa su Twitter y su Facebook.

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Nosotras ya entendimos el mensaje – o al menos eso es lo que yo creía. Aunque no me aventuraba a pensar que era inmune a los pensamientos machistas, me veía más como feminista 'progresista' que como perpetradora del mismo machismo que criticaba en otras personas.

Este año, para conmemorar el 8 de marzo de una manera más útil que las que se me han dado otros años, decidí hacer un ejercicio de honestidad que le recomiendo a todas las personas que se consideran feministas: ¿Cuáles son las reacciones o pensamientos machistas que te has cachado teniendo en los últimos meses?

Aquí van tres de los míos:

1) Asumir que son primordialmente las mujeres las que deben proteger los derechos de las mujeres.

A pesar de "saber" desde los 14 años que las responsabilidades en términos de las desigualdades estructurales se reparten entre todos los miembros de la sociedad, yo veía (y a veces aún me pasa, por más que intento cambiarlo) peor a las mujeres machistas que a los hombres machistas. 

Todas, todos, todes, somos hijas, hijos, hijes, del patriarcado. Tenemos batallas similares que provienen de lo que nos han alimentado desde la infancia, y las expectativas no deben ser diferenciadas por ser mujer o no.

2) Asumir cosas acerca de las personas por su forma de vestir, a pesar de saber que eso no es justo.

No me refiero a "llevar minifalda es como pedir una violación" (aunque me avergüenza admitir en este ejercicio de honestidad que yo sí creía eso antes de los 18 años); me refiero a decir "sí, que todo mundo se vista como quiera", y creer de todas maneras que las mujeres que usaban escote lo hacían por querer llamar la atención sexualmente.

No se me ocurría que podía ser, no sé, que genuinamente se sienten más cómodas así, o que les gusta cómo se ven. No se me ocurría pensar que el asunto no está en quien "llama" la atención, sino quien se la da sin más por traer una minifalda. Peor aún: no se me ocurría pensar que querer llamar la atención sexualmente no es algo malo, y no tiene por qué afectar una relación laboral o de cualquier otro tipo si se manifiesta en algo como la vestimenta, y no en los comportamientos extraños que sí muestran algunos hombres (miradas, cercanías, toqueteos, que constituyen acoso sexual).

3) Según mi temperamento del día, juzgar a quienes hacen leaning in, o a quienes no.

Qué esquizofrenia: a veces, me enoja que las mujeres hagan leaning in porque me parece que es adoptar las reglas del sistema patriarcal, en vez de cambiarlas. Otras veces, me enoja que las mujeres no lo hagan porque me parece que tienen todo para estar en un puesto más alto, y que tienen responsabilidad con ellas mismas y con la igualdad de género para tomarla.

Ambos juicios son absurdos. No las conozco de cerca; no sé cuáles son sus deseos, circunstancias.

El punto de este ejercicio es mostrar que, por muy feministas que nos consideremos, la tarea no está completa: así como hay que sacar el patriarcado de las mentes de otras personas, hay que hacerlo con las nuestras, y con las de nuestras niñas. 

Para arreglar un problema, primero hay que enunciarlo. Por eso te pregunto a ti: ¿Cuáles son las manifestaciones incómodas del machismo en tus pensamientos? 

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